TRISTE ESTÁ MI ALMA, OSCURA Y AGITADA,
OPRIMIDO Y ANGUSTIADO EL CORAZÓN.
¿Por qué, por que, Dios mío, esta misión
Y el destino de suerte atormentada,
De lágrimas gritos mi oración…
¡Glorifícame, Padre, en comunión!
¡Lejos de mi esta copa acibarara!
Más si el grano de trigo no muriera,
Ni la vid se dejara ya podar,
No tendríamos pan que se partiera
Ni vino del amor en el altar.
Te exaltaré, Hijo mio, puesto en cruz,
Serás signo de gloria, amor y cruz.
Nos encontraremos en Pascua de resurrección.
DIOS LES BENDIGA