jueves, 23 de junio de 2011

DIOS MIO TE ADORO.




                          
Dios mío, te adoro oculto en esta sagrada Hostia.

¿Es posible que te hayas reducido a tan humilde morada,
para venir a mí y permanecer corporalmente conmigo?


Los cielos son indignos para alojarte!, y
¿te contentas, para estar conmigo siempre, con estas pobres especies?


 ¡Bondad inconcebible!
¿Podría yo creer esta maravilla si Tú mismo no me la asegurases?


 ¡Oh Dios de la majestad, pero también Dios del amor!


 ¡Que no sea yo todo entendimiento

para conocer esta misericordia,
todo corazón para agradecerla,
toda lengua para publicarla!



Tú, oh Dios de mi corazón,
me has creado para ser objeto de tu amor infinito
¿cómo puedo no desear poseerte?

Te abro mi corazón, te ofrezco mi pecho,
mi boca y mi lengua para que vengas a mí.
Ven, ven, divino Sol mío.


Ven, Médico caritativo de mi alma.


Ven, Jesús, el más fiel, el más tierno,
el más dulce y más amable de todos los amigos,


Ven a mi corazón.
El que amas está enfermo.


Tú lo sabes, Tú que lees en el fondo de mi corazón.


Te ruego, por tu incomparable amistad
y tu palabra, que vengas a aliviarme.


Ven, y no permitas que te dé motivo para dejarme.


Ven, vida de mi corazón, alma de mi vida,
Pan de los ángeles, encarnado por mi amor,
expuesto por mi rescate,
y dispuesto para mi alimento.


 ¡Ven a saciarme!  ¡Ven a hacerme vivir de Ti y en Ti,
mi única vida y todo mi bien!



                                                        

¡BENDITO Y ALABADO SEA  EL


 SANTÍSIMO


SACRAMENTO DEL ALTAR!












martes, 14 de junio de 2011

LLAMADOS A LA SANTIDAD.

teresita.jpg (14773 bytes)"La santidad consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, y confiados -aun con nuestro cuerpo- en su bondad paternal"

Sta. Teresita de Lesieux

DEJARSE CAMBIAR ES CONVERTIRSE. DEJARSE TRANSFORMAR ES SANTIDAD.

¡TÚ ESTÁS LLAMADO A LA SANTIDAD!

"Sed santos en toda vuestra conducta como dice la Escritura:
Seréis santos, porque santo soy Yo" (1 Pedro 1,15),

¿POR QUE?

¡Porque Dios te ama!
Tú eres precioso para Él.
Tú le perteneces.
Él te amó antes de que existiera el tiempo.
Él es tu Padre.
Tú lo necesitas.

ÉL DESEA QUE TU SEAS COMO ÉL: SANTO.


"En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos"
(Efesios 2,10)

¡Ahora! Hoy—en este momento.
SU GRACIA TE BASTA.


"En el tiempo favorable te escuché y en el día de salvación te ayudé. ¡Mirad!, ahora es el tiempo favorable; ahora el día de salvación "(2 Corintios 6,2).     



                         ¡ALABADO  SEA  JESUCRISTO!

domingo, 12 de junio de 2011

¡ FELIZ PENTECOSTÉS !







Espíritu divino, huésped mío,

Suave  aceite, tormenta  electrizante,

Aliento creador, vivificante,

De  aguas  vivas fecundo y santo rio.

 Maestro y abogado en quien confío;

Gran Amor, que enamoras a los amantes;

Gran Dador, que donando haces donantes;

Gran  Hoguera, que quita todo frío.

Enciende  nuestras  velas apagadas

Y cura con tu aceite las heridas,

Alienta y oxigena las moradas,

Abrásanos con ascuas encendidas,

Y  embriáganos,  mi Esposo y mi Señor,

Con  las dulces reservas de tu amor.





ORACIÓN DE JUAN XXIII
AL ESPÍRITU SANTO


Espíritu Santo: perfecciona la obra que Jesús comenzó en mí. Mortifica en mí la presunción natural. Quiero ser sencillo, lleno de amor a Dios y constantemente generoso.
Que ninguna fuerza humana me impida hacer honor a mi vocación cristiana. Que ningún interés, por descuido mío, vaya contra la justicia.
Que ningún egoísmo reduzca en mí los espacios infinitos del amor. Que la efusión de tu Espíritu de amor venga sobre mí, sobre la Iglesia y sobre el mundo entero.


                                            ¡ FELIZ  PENTECOSTÉS !
                                             
                                      ¡ DIOS LES  BENDIGA!
                              
                                                          

lunes, 6 de junio de 2011

NOVENA AL ESPÍRITU SANTO.

  
                                                                         Oh Espíritu santo alma de mi alma, desde mi pequeñez y mi pobreza yo te adoro presente dentro de mí. Lléname como llenaste el alma de Jesús y de María y concédeme la gracia de estar unida a vuestra adoración  ininterrumpida de alabanza al Padre.
Interiorízame, ilumíname, fortaléceme, consuélame, sáname.
Utilízame como a ti te parezca. Para ti todos mis besos y abrazos, Amen.


Acto de consagración al Espíritu Santo diario:
.

4º día: Tú, en la fatiga dulce alivio, refresco placentero en el calor, solaz en medio de la miseria.

El don de Fortaleza: Por el don de Fortaleza el alma se fortalece ante el miedo natural y soporta hasta el final el desempeño de una obligación. “El que persevere hasta el fin, ese se salvará”(Mt 24,13).

Oración: Ven, Oh Espíritu de Fortaleza, alza mi alma en tiempo de turbación y adversidad, sostiene mis esfuerzos de santidad, fortalece mi debilidad, dame valor contra todos los asaltos de mis enemigos, que nunca sea yo confundido y me separe de Ti, Oh mi Dios y mi máximo Bien. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


5º día: ¡Luz inmortal! ¡Divina Luz! ¡Visita estos corazones tuyos y llena nuestro más íntimo ser!


 El don del Conocimiento: El don del Conocimiento permite al alma darle a las cosas creadas su verdadero valor en su relación con Dios. El conocimiento desenmascara la simulación de las creaturas, revela su vacuidad y hace notar sus verdaderos propósitos como instrumentos al servicio de Dios. Nos muestra el cuidado amoroso de Dios aún en la adversidad, y nos lleva a glorificarlo en cada circunstancia de la vida. Guiados por su luz damos prioridad a las cosas que deben tenerla y apreciamos la amistad de Dios por encima de todo. “El conocimiento es fuente de vida para aquel que lo posee” (Prov. 16,22).

Oración: Ven, Oh Bendito Espíritu de Conocimiento, y concédeme que pueda percibir la voluntad del Padre; muéstrame la nulidad de las cosas de la tierra, que tenga idea de su vanidad y las use sólo para tu gloria y mi propia salvación, siempre por encima de ellas mirándote a Ti y tus premios eternos. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


6º día: Si tu apartas tu gracia, nada puro permanecerá en el hombre, todo lo que es bueno se volverá enfermo.


 El don del Entendimiento: Nos permite penetrar el profundo significado de las verdades reveladas y, a través de ellas, avivar la novedad de la vida. Nuestra fe deja de ser estéril e inactiva e inspira un modo de vida que da elocuente testimonio de la fe que hay en nosotros. Comenzamos a “caminar dignos de Dios en todas las cosas complaciendo y creciendo en el conocimiento de Dios”.

Oración: Ven, Oh Espíritu de Entendimiento, e ilumina nuestras mentes, que podamos conocer y creer en todos los misterios de la salvación, y que por fin podamos merecer ver la eterna luz en la Luz, y en la luz de la gloria tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


7º día: Sana nuestras heridas, renueva nuestra fuerza. En nuestra aridez derrama tu rocío. Lava las manchas de la culpa.


 El don de Consejo: Dota al alma de prudencia sobrenatural, permitiéndole juzgar con prontitud y correctamente qué debe hacer, especialmente en circunstancias difíciles. El Consejo aplica los principios dados por el Conocimiento y el Entendimiento a los innumerables casos concretos que confrontamos en el curso de nuestras diarias obligaciones en tanto padres, docentes, servidores públicos y ciudadanos cristianos. “Y por encima de todo esto, suplica al Altísimo para que enderece tu camino en la verdad” (Ecl 37,15).

Oración: Ven, Oh Espíritu de Consejo, ayúdame y guíame en todos mis caminos para que siempre haga tu Santa Voluntad. Inclina mi corazón a aquello que es bueno, apártame de todo lo que es malo y dirígeme por el sendero recto de tus Mandamientos a la meta de la vida eterna que yo anhelo. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria


8º día: Dobla la voluntad y el corazón obstinado, funde lo que está helado, calienta lo que está frío. Guía los pasos que se han desviado!

El don de Sabiduría: La Sabiduría es el más perfecto de los dones. Es el don que fortalece nuestra fe, fortifica la esperanza, perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto grado. La Sabiduría ilumina la mente para discernir y apreciar las cosas de Dios, ante las cuales los gozos de la tierra pierden su sabor, mientras la Cruz de Cristo produce una divina dulzura, de acuerdo a las palabras del Salvador: “Toma tu cruz y sígueme, porque mi yugo es dulce y mi carga ligera”.

Oración: Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


9º día: Tú, en aquellos que siempre más te confiesan y te adoran, en tus siete dones, desciende. Dales alivio en la muerte. Dales vida Contigo en las alturas. Dale los gozos que no tienen fin. Amén.

Los frutos del Espíritu Santo: Los dones del Espíritu Santo perfeccionan las virtudes sobrenaturales al permitirnos practicarlas con mayor docilidad a la divina inspiración. A medida que crecemos en el conocimiento y en el amor de Dios, bajo la dirección del Santo Espíritu, nuestro servicio se torna más sincero y generoso y la práctica de las virtudes más perfecta. Tales actos de virtudes dejan el corazón lleno de alegría y consolación y son conocidos como frutos del Espíritu Santo. Estos frutos, a su vez, hacen la práctica de las virtudes más activa y se vuelven un poderoso incentivo para esfuerzos aún mayores en el servicio de Dios.

Oración:
 Ven, Oh Divino Espíritu, llena mi corazón con tus frutos celestiales: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Que nunca esté yo cansado en el servicio de Dios sino que, por continua y fiel sumisión a tu inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo, en el amor del Padre y del Hijo. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
                  


                       ¡VEN   ESPÍRITU  SANTO ! ¡VEN....!





                                                                            

sábado, 4 de junio de 2011

NOVENA AL ESPÍRITU SANTO.





Preparemos nuestro corazón, con deseos de que el Espíritu, venga a nuestra vida, para transformarla, santificarla, ¡VEN ESPÍRITU SANTO,NECESITAMOS DE TI , VEN…

Ven Espíritu Santo! Novena de Pentecostés

Acto de consagración al Espíritu Santo diario:
Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi Corazón. Me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. ¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús.
Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

1º Día: ¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz! ¡Danos, desde tu clara altura celestial, tu puro radiante esplendor!

"Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros” (ROM 8,26).


Oración: Omnipotente y eterno Dios, que has condescendido para regenerarnos con el agua y el Espíritu Santo, y nos has dado el perdón de todos los pecados, permite enviar del cielo sobre nosotros los siete dones de tu Espíritu, el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento, el Espíritu de Consejo y de Fortaleza, el Espíritu de Conocimiento y de Piedad, y llénanos con el Espíritu del Santo Temor. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


2º día: ¡Ven, Padre de los pobres. Ven, tesoros que sostienes. Ven, Luz de todo lo que vive!
El don del Temor: El don del Santo Temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos hace que a nada temamos más que a ofenderlo por el pecado. “Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan” (Ecl 2,17).

Oración: ¡Ven, Oh bendito Espíritu de Santo Temor, penetra en lo más íntimo de mi corazón, que te tenga, mi Señor y Dios, ante mi rostro para siempre, ayúdame a huir de todas las cosas que te puedan ofender y hazme merecedor ante los ojos puros de tu Divina Majestad en el Cielo, donde Tú vives y reinas en unidad de la siempre Bendita Trinidad, Dios en el mundo que no tiene fin. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


3º día: Tú, de todos los consoladores el mejor, visitando el corazón turbado, da la gracia de la placentera paz.

El don de Piedad: El don de Piedad suscita en nuestros corazones una filial afección por Dios como nuestro amorosísimo Padre. Nos inspira, por amor a Él, a amar y respetar a las personas y cosas a Él consagradas. Quien está lleno del don de Piedad no encuentra la práctica de la religión como deber pesado sino como deleitante servicio. Donde hay amor no hay trabajo.

Oración: Ven, Oh Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de mi corazón. Enciende dentro mío tal amor por Dios que encuentre satisfacción sólo en su servicio, y por amor a Él me someta amorosamente a toda legítima autoridad. Amén. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.



miércoles, 1 de junio de 2011

MES DE JUNIO, MES DEL CORAZÓN DE JESÚS.


CORAZÓN DE JESÚS HORNO ARDIENTE DE CARIDAD

¡TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS!




La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida. 
Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.

La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días. 

Esto significa que debemos vivir este mes demostrándole a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene y que nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la Eucaristía y enseñándonos el camino a la vida eterna.

 
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando. 

Debemos vivir recordándolo y pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Y eso es 
lo que debemos hacer.

Tener en casa o en el trabajo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, nos ayuda a recordar su gran amor y a imitarlo en este mes de junio y durante todo el año.

            
   ¡ Sagrado  corazón  en  Vos confío !

 ¡ DIOS  LES  BENDIGA !

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...