ME ENAMORÉ DE
JESÚS, CUANDO
A LA VIRGEN MIRABA…
Cantar, Madre,
quisiera
Por qué te
amo.
Por qué tu
dulce nombre
Me hace saltar
de gozo el corazón…
Yo escucharé
muy pronto esa dulce armonía,
Iré muy pronto
a verte en, el hermoso cielo.
Tú que viniste
a sonreírme, Madre,
En la suave
mañana de mi vida,
Ven otra vez a
sonreírme ahora...,
Pues ha
llegado ya de mi vida la tarde.
No temo el
resplandor de tu gloria suprema
He sufrido
contigo,
Y ahora quiero
Cantar en tus
rodillas, Virgen, por qué te amo
¡Y repetir por
siempre y para siempre
Que yo soy
hija tuya...!
La pequeña
Teresa...