"LLEGAMOS
A SER UNA SOLA ALMA CON CRISTO "
El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo
en él"
(Juan. 6:57).
S. Dionisio
dice que el amor tiende siempre a la unión con el amado. Y debido a que la
comida se convierte en uno con quien
la toma, así
que Nuestro Señor quiso convertirse en alimento para nosotros. Recibirlo en la
Santa Comunión, nos hacemos uno con él: "Tomad, comed: esto es mi cuerpo
"(Mt 25,26). Como si dijera, afirma S. Juan Crisóstomo: por lo que
llegamos a ser una sola alma.