El dolor y la muerte quedaron en la tumba;
Arrojo al mar nuestros
pecados;
El orgullo de los poderosos
Y la autosuficiencia de los
sabios
Fueron puestos en ridículo.
Los sepulcros se han
abierto,
Iluminadas las mazmorras
Y todos los cerrojos
destrozados.
Ya no hay lugar para el
miedo, ni la duda.
Ya todo es alegría y
esperanza.
Una victoria decisiva.
Mi fuerza y mi poder es el
Señor, El fue mi salvación.
(Cf. Ex 15, 1-2,5)
¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN !
¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN !