" SEÑOR ,YO NO
SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA;
PERO UNA PALABRA
TUYA BASTARÁ PARA SANARNE "
SANTA MARÍA MADRE
DE DIOS
Abrir el año con la solemnidad de la Maternidad divina de María es el mejor
principio como es también el mejor colofón.
Si durante el tiempo de adviento se nos presentaba María como modelo de la
Iglesia que espera con la lámpara encendida que venga el Salvador. Ahora en
este tiempo de Navidad, María es el modelo en la contemplación del misterio de
la encarnación.
¡Es tan grande lo que contemplamos!, ¡Dios que se hace hombre!, ¡son tantas las
cosas que podemos descubrir rezando delante del pesebre!, que necesitamos la
ayuda de alguien, la guía de alguien. Y María es esta ayuda, es esta guía.
María, desde su sencillez, desde su pequeñez, desde su humildad, contempla el
misterio con una mirada profunda que se introduce en el misterio. Nosotros
sencillos y pequeños como los pastores nos dejamos ayudar por María a descubrir
lo que Dios nos quiere hacer ver y esto nos va haciendo crecer.
Siempre es el mismo dinamismo: contemplamos, recibimos la luz, la gracia de
Dios, y cambiamos de vida. Y así vamos creciendo en vida cristiana. Fijaos que
todo empieza en el silencio de la plegaria.
Hay una cosa que la hemos de poner nosotros que María no puede poner: EL
SILENCIO…
¡FELIZ AÑO NUEVO !