Celebramos una de las
fiestas más entrañables del calendario cristiano: el Sagrado Corazón de
Jesús.
Hoy, en este viernes siguiente al Corpus Christi saltan de
nuevo y con especial fuerza las entrañas de Jesús: su Voluntad, su Esencia, su
Poder, su Pensamiento, su Sensibilidad. ¡Cuántas cosas! ¡Pero cuántas, reflejan
y simbolizan el Corazón de Jesús
Todo lo que hizo Jesús nos conmueve, nos atrae y es objeto
de admiración:
Sus Pies nos recuerdan los caminos emprendidos para encontrarse
con el hombre…
Sus Ojos, entre otras cosas, nos seducen cuando nos miran con amor y
hasta con persuasión:
“sígueme”
Sus Lágrimas nos recuerdan nuestras traiciones, negaciones y
deserciones….
Sus Manos, nos traen instantes de bendición y de entrega, montes de
cruz y de pasión, lagos y llanuras de pan multiplicado y de fraternidad….
Pero ¿Y SU CORAZÓN? Su corazón es
mucho más. Su corazón nos dice muchísimo más.
Es la imagen más divina, la más
certera y límpida, de lo que Jesús fue y pretendió:
Amor que se partía, Amor
que obedecía, Amor que se humillaba, Amor dado hasta la saciedad...
¡SAGRADO CORAZÓN , EN VOZ CONFÍO !