Lo que Dios quiere de ti, alma que eres su imagen viva, comprada con la Sangre de Jesucristo, es que llegues a ser santa, como Él, en esta vida, y glorificada, como El,en la otra.
Tu vocación cierta es adquirir la santidad Divina, y todos tus pensamientos, palabras y obras, tus sufrimientos, los movimientos todos de tu vida a eso deben dirigir; no resistas a Dios, dejando de hacer aquello para que te ha criado y hasta ahora te conserva.
Para poner en práctica todos estos medios de salvación y santificación, nadie duda que la gracia de Dios es absolutamente necesaria.
( San Luis María Grignion de Montfort)