sí, hay que estar loquito, para creer que en ese trocito de pan se ha querido quedar entre nosotros, con una Presencia que no marcha nunca. Y es que las cosas de Jesús no son de este mundo cuyo príncipe aún nos aprisiona, de una forma u otra.
Las cosas del Señor son maravillosamente ignotas, humildes, y a la vez fascinantes, inimaginables... tan solo a un Dios loquito de Amor se le podrían haber ocurrido.
Es nuestro Origen, en todos los planos, y hacia su Casa nos encaminamos. Gracias por tu compañía fraterna. Un abrazo, querida Marian
Gracias, es verdad sólo nos queda esperar en Dios sólo en ÉL,Condúceme, Señor, por ese camino de soledades, que es el seguro, pues el no haber otros que lo crucen y siendo Tú el que guía, ¿Qué hay que temer?. Gracias, un fuerte abrazo fraterno.
Muy buena reflexión... Sepamos esperar... En Ti confío Dios mio. Y muchas gracias querida Marian, por hacernos centrarnos un poquito en cosas tan importantes. Un fuerte abrazo.
Marian, la cita que nos dejas y esa música angelical nos eleva a todos espiritualmente, amiga...Vuelvo a recordar aquella capilla del colegio de las monjas, donde pasábamos a orar en el recreo...El tiempo se detenía y nos sentíamos en otro plano lejos de la realidad. Mi gratitud, mi abrazo y mi cariño. M.Jesús
sí, hay que estar loquito, para creer que en ese trocito de pan se ha querido quedar entre nosotros, con una Presencia que no marcha nunca. Y es que las cosas de Jesús no son de este mundo cuyo príncipe aún nos aprisiona, de una forma u otra.
ResponderEliminarLas cosas del Señor son maravillosamente ignotas, humildes, y a la vez fascinantes, inimaginables... tan solo a un Dios loquito de Amor se le podrían haber ocurrido.
Es nuestro Origen, en todos los planos, y hacia su Casa nos encaminamos. Gracias por tu compañía fraterna. Un abrazo, querida Marian
Boa noite, querida Marian!
ResponderEliminarCheguei de um retiro há pouco... quantas bênçãos Deus nos reserva!
Bjm fraterno e um abençoado 2017!
¡Bellísimo pensamiento de San Rafael Arnaíz!
ResponderEliminarSaludos y un fuerte abrazo Marian querida.
Gracias, es verdad sólo nos queda esperar en Dios sólo en ÉL,Condúceme, Señor, por ese camino de soledades, que es el seguro, pues el no haber otros que lo crucen y siendo Tú el que guía, ¿Qué hay que temer?. Gracias, un fuerte abrazo fraterno.
ResponderEliminar¡Muy hermosa ! Saludos
ResponderEliminarGracias, que Dios la bendiga, siempre muy unidas en oración y un abrazo fraterno.
ResponderEliminarMuy buena reflexión...
ResponderEliminarSepamos esperar...
En Ti confío Dios mio.
Y muchas gracias querida Marian, por hacernos
centrarnos un poquito en cosas tan importantes.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Marian.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Marian, la cita que nos dejas y esa música angelical nos eleva a todos espiritualmente, amiga...Vuelvo a recordar aquella capilla del colegio de las monjas, donde pasábamos a orar en el recreo...El tiempo se detenía y nos sentíamos en otro plano lejos de la realidad.
ResponderEliminarMi gratitud, mi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Muchas, gracias, por su sencillez y palabras,El alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa. Un gran abrazo fraterno.
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