¡VEN PADRE DE LOS POBRES!
Somos los sagrarios del Espíritu Santo. Desde lo más hondo el Espíritu anhela, gime, reza, se compadece, ama en nosotros. Sintonicemos con su dinamismo divino.
Hay más. El Espíritu Santo no solo es nuestro Huésped, nuestro amigo y consejero. Es o está llamado a ser, nuestro yo, el aire que respiramos y la sangre que nos riega. Es nuestra energía espiritual, nuestra oración y nuestra canción, nuestra alegría y nuestro dolor, nuestra misericordia y nuestro amor. El reza con nosotros, gime y canta o alaba en nosotros, ama en nosotros. Una unión mayor que la de colaboradores o compañeros, de amigos o esposos, es unión de comunión de transformación, de fusión…
¡ FELIZ PENTECOSTÉS ¡
¡Gracias, querida Marian! Cantemos Su Amor y Su Victoria en nosotros, la que, por su gracia, podremos vivir, al final de nuestro diario caminar! Vivamos de esa esperanza, siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, hermana
Si!!! Ven Padre de los pobres, qué aquí te clama uno de ellos!
ResponderEliminarGrandeza infinita! Ternura incalculable! Amor eterno e inigualable, y mucho más eres tú Señor Espíritu Santo.
Santo Pentecostés, querida amiga y hermana. Un fuertísimo abrazo también para ti.
Boa noite de Pentecostes, querida amiga Marian!
ResponderEliminarO Fogo Santo nos abençoe dando-nos uma entrega maior ao nosso Bom Deus!
Tenha dias revestidos dos Dons Sagrados!
Reze por mim nestes dias que se seguem, por caridade...
Bjm carinhoso e fraterno de paz e bem
El Espíritu Santo mora en nosotros e intercede ante el Padre en una comunión perfecta en oración. Un abrazo. Bendiciones
ResponderEliminar¡qué hermosa reflexión Mariam, el Espíritu Santo es el nenos conocido de la Santa Trinidad y sin embargo mora en nosotros ayudándonos en nuestro caminar y ser en nuestra vida. Feliz Pentecostés lleno de sabiduría y luz.
ResponderEliminarUn abrazo con cariño.
Que Deus te guie e guarde, un besote gigante.
ResponderEliminarHALLELUJAH.
Muchas gracias.
ResponderEliminarFeliz Pentecostés.
Un fuerte abrazo.
Feliz fiesta de la Santísima Trinidad, hermana!SOMOS MORADA DE LA FELICIDAD DIVINA.
ResponderEliminarNuestro Dios Trino te colme de felicidad! Un fuerte brazo
Querida amiga. Cuánto hace que no te escribo!
ResponderEliminarComo siempre uno encuentra las palabras justas en tu post, palabras con las que me siento muy identificado.
Cuando el Espíritu Santo toca un alma, le mueve los cimientos, le transforma. Que dichosos aquellos de nosotros que reconocemos esa caricia de Dios! Que humildes nos volvemos con el corazón emblandecido!
:)
Querido Leonardo, que alegría saber de ti, y compartir tu fe,
ResponderEliminaren este humilde espacio. Si, el Espíritu, gran desconocido...
El Amor del Padre, del Hijo, actuando en nosotros.El nos transforma,
nos ilumina, nos Diviniza. Dejemos nos hacer por El,seamos fieles a Su acción...
¡Gracias amigo! Un abrazo fraterno
Que nunca nos falte su fortaleza y esa fuerza espiritual...
ResponderEliminardichosos los de corazón aferrados a su grandeza y su mente dispuesta...