Marian, buenos consejos nos das para estos días de Cuaresma, amiga...Es necesario reflexionar y orar en silencio, renovar nuestra mente y nuestro corazón, que deben unirse a la sencillez y autenticidad de la naturaleza. Dios nos espera siempre para darnos fortaleza y esperanza. Mi gratitud y mi abrazo entrañable por tu entrega y espiritualidad.
BUSCO LA SLEDAD OARA ORAR, AUNQUETAMBIÉ SUELO ORAR ENTRE PUCHEROS, EMULANDO A LA SANTA DE ÁVILA. AHORA, ESPECIALMENTE, REZO PVHO POR EL PAPA fRANCISCO, PORQUE SALGA EN BIEN DE SU PELIGROSÍSIMO VIAJE.
ME ALEGRA MUCHO PODER ESTAR DE NUEVO POR AQUÍ Y LEERTE
me permito la licencia de contestar a Kim en este tu blog hermoso, hermana. Para hacer silencio, querido hermano, se necesita el apartamiento del mundo. Buscar la soledad, el retiro, unos ejercicios espirituales ? ó simplemente apartarte conscientemente de tanta noticia, news, y centrarte en las cosas sencillas de cada día. El estudio, la lectura, y la ausencia de ruido. Perdona, porque todo eso lo sabes, pero he deseado ayudarte. Abrazos fraternos, Marian
Marian, el silencio hace que nuestros pensamientos se dirijan donde nosotros queramos, porque no hay nada ezterno que nos distríga. Si Jesús se retiró a la soledad del desierto 40 días para ayunar y orar, nos dejó el mensaje con su propia actitud. Amo ese silencio en el que siento que mi alma se eleva para hablar con Dios, a veces no sé que me ocurre Marian, antes me daba miedo, ya no, cuando medito en el silencio, me cuesta algunas veces salir de ese estado, siento tanta paz, que me dopo con ella, y como que quiero continuar asi.
Te deseo una Semana Santa, llena de luz y desde el silencio, que puedas conectar con lo divino. Un abrazo de luz.
Así Sea, Marian, un abrazo!
ResponderEliminarGracias por tus palabras María Cristina.
EliminarNo he podido entrar a tu blog.
Abrazos fraternos.
Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMarian, buenos consejos nos das para estos días de Cuaresma, amiga...Es necesario reflexionar y orar en silencio, renovar nuestra mente y nuestro corazón, que deben unirse a la sencillez y autenticidad de la naturaleza. Dios nos espera siempre para darnos fortaleza y esperanza.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo entrañable por tu entrega y espiritualidad.
BUSCO LA SLEDAD OARA ORAR, AUNQUETAMBIÉ SUELO ORAR ENTRE PUCHEROS, EMULANDO A LA SANTA DE ÁVILA. AHORA, ESPECIALMENTE, REZO PVHO POR EL PAPA fRANCISCO, PORQUE SALGA EN BIEN DE SU PELIGROSÍSIMO VIAJE.
ResponderEliminarME ALEGRA MUCHO PODER ESTAR DE NUEVO POR AQUÍ Y LEERTE
Gracias por tu compartir.
EliminarSi, oramos por el Papa Francisco.
Dios lo proteja...
No sé quien eres, pero agradezco tu visita.
Abrazos fraternos.
Es Jesús Quien nos capacita.
ResponderEliminarTodo es Gracia.
Fiat, con Mamá.
Abrazos fraternos
¡Qué difícil hacer Santo Silencio en este mundo tan ruidoso!
ResponderEliminar¿Cómo poder conseguirlo?
abrazos fraternos.
me permito la licencia de contestar a Kim en este tu blog hermoso, hermana. Para hacer silencio, querido hermano, se necesita el apartamiento del mundo. Buscar la soledad, el retiro, unos ejercicios espirituales ? ó simplemente apartarte conscientemente de tanta noticia, news, y centrarte en las cosas sencillas de cada día. El estudio, la lectura, y la ausencia de ruido.
EliminarPerdona, porque todo eso lo sabes, pero he deseado ayudarte.
Abrazos fraternos, Marian
Marian, el silencio hace que nuestros pensamientos se dirijan donde nosotros queramos, porque no hay nada ezterno que nos distríga. Si Jesús se retiró a la soledad del desierto 40 días para ayunar y orar, nos dejó el mensaje con su propia actitud. Amo ese silencio en el que siento que mi alma se eleva para hablar con Dios, a veces no sé que me ocurre Marian, antes me daba miedo, ya no, cuando medito en el silencio, me cuesta algunas veces salir de ese estado, siento tanta paz, que me dopo con ella, y como que quiero continuar asi.
ResponderEliminarTe deseo una Semana Santa, llena de luz y desde el silencio, que puedas conectar con lo divino. Un abrazo de luz.
Mis mejores deseos pa ti y tu familia. Saludos
ResponderEliminar¡Feliz Pascua de resurrección, Marian!
ResponderEliminarAbrazos fraternos.